Wednesday, June 7, 2017

HIPAA, Comunidad y privacidad: Como respetarlo todo

Publicado: 15 de enero 2015
©Imelda Maurer, cdp     ilmcdp@yahoo.com

Cuando estuve en nuestra casa madre hace dos semanas, una de las hermanas con quien yo viví en comunidad hace unos cuarenta años me dijo que iba a tener un procedimiento médico particular más tarde en el curso de esa semana. Temía que los resultados serían un diagnóstico de cáncer. Ayer me escribió diciéndome que de hecho fue justo lo que el procedimiento reveló. Esta mañana esta Hermana publicó las noticias en el tablero de anuncios electrónico de la Congregación/Asociado, dando la fecha de la cirugía y pidiendo oraciones.
Más temprano hoy le mandé un correo electrónico, e incluí esta nota de agradecimiento prometiendo ofrecerle mis oraciones.
Le quiero dar las gracias por compartir sus noticias con nosotras. Yo sé que la privacidad es una palabra que se emplea mucho, y muchas veces yo pienso que alguna distorsión de su significado nos aísla la una de la otra. Cada una de nosotras tiene el derecho de decidir qué y cuánto queremos compartir con cualquier persona o grupo. El compartir sus noticias me permite a mí y a tantas más Hermanas y Asociados que la conocen y la aman acompañarla más estrechamente y de manera significativa en este camino. Profundiza nuestros lazos de comunidad y hermandad.  Muchísimas gracias.
La privacidad es muy valorada en nuestra cultura. Además si somos proveedores de atención médica, los aspectos legales de privacidad protegidos bajo HIPAA* entran en acción  y limitan rigurosamente el tipo de información que se puede divulgar y a quien se le puede dar. Conste que las obligaciones legales de HIPAA obligan a los proveedores de atención médica y no a los parientes o amigos. Lo que obliga las acciones o las palabras de familiares, amigos o cualquier otra persona que no sea proveedor de atención médica es el derecho de la privacidad de la persona afectada. Las personas que no son proveedores de atención médica han honrado desde siempre la privacidad como cuestión ética muchos eones antes que HIPAA lo hubiera soñado.
Como directora de un centro de retiro de vida independiente, me acuerdo de una situación de emergencia que implicaba llamar a una ambulancia a la cabaña de uno de los residentes. Cuando la ambulancia se retiró, uno de los residentes vecinos vino de su cabaña para preguntar que le había pasado a “Fred.” Por supuesto no podía darle ninguna información; el residente lo comprendía. Ese hecho particular resultó en la hospitalización de Fred durante algún tiempo. Cuando él regresó a casa, los residentes se reunieron con él alrededor de la mesa en el comedor, mucho después de que los platos fueran retirados, para compartir buena conversación y para expresar su gratitud por haber regresado a casa. Fue una expresión de comunidad.
Mientras se honran ambos, las restricciones legales de HIPAA y el derecho ético a la privacidad, hay medidas proactivas que se pueden tomar en situaciones vinculadas con el cuidado de la salud que profundizan en los compromisos de compasión, comunidad y amistad.
Lea sobre eso mañana.

*Si quiere saber más sobre HIPAA, la Ley de Portabilidad y Responsabilidad de los Seguros de Salud, vaya aquí  

No comments:

Post a Comment